La misteriosa persona que esconde algo lleva una capucha y una máscara… ¿Por qué? Qué más da. De hecho, ¿Qué mierda nos importa cómo vaya vestida? Ese no es el tema a tratar. Aquí hemos venido a hablar de Facebook. De esa página que nos hace perder de media entre una y tres horas diarias viendo las miserias de otros. Los lloros de los deprimidos/as, los barcos y putas de los millonarios/as, los pañales cagados de los hijos de las que se dejaron fecundar… pero… ¿Y qué ocurre cuando hay alguien que no pone su vida en la red social? Esa persona es posible que esté disfrutando más los momentos y no se preocupa en si el resto de escoria humana sabe o no que se ha comprado un coche nuevo, que ha follado, que ha salido y se ha emborrachado hasta portar… etc.
Moraleja: Vive y no te prostituyas en las redes. Pues el tiempo que tardas en selccionar y subir todas esas publicaciones podrías invertirlo en follar más.